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¿Cómo limpiar la alfombra a mano?

Si estás buscando una alternativa económica para asear los tapetes que tienes en casa, probablemente hayas considerado aprender cómo limpiar la alfombra a mano con nosotros. Te enseñaremos las técnicas más efectivas y seguras para que puedas eliminar por completo la suciedad sin poner en riesgo su integridad o apariencia.

¿Es posible lavar la alfombra a mano y obtener buenos resultados?

Muchos de nuestros clientes se hacen la misma pregunta, por eso hemos considerado oportuno incluir una explicación al respecto en este post.

Aunque siempre puedes contratar nuestro servicio de limpieza para alfombras y muebles si deseas obtener los mejores resultados, para las jornadas de higienización frecuente es válido recurrir al lavado manual y de esta manera tus tapetes se mantendrán por más tiempo.

Usar la lavadora puede ser un recurso útil en aquellas ocasiones donde tengas poco tiempo, pero no es un método que recomendemos aplicar con frecuencia, ya que puede dañar tus alfombras. En cambio, limpiarlas a mano será efectivo y mantendrá sus fibras en buen estado siempre que utilices los productos correctos.

Cómo limpiar la alfombra a mano

Consideraciones especiales

Antes de enseñarte ¿Cómo limpiar la alfombra a mano? Es conveniente informarte sobre algunos aspectos que debes tener en cuenta para garantizar su cuidado y que obtengas los resultados que estás esperando.

Antes que nada, retira el polvo

Así es, antes de lavar tu alfombra debes asegurarte de eliminar por completo el polvo o cualquier partícula sólida que pueda haber en su superficie. De esta manera, ahorrarás agua en el proceso de lavado.

Para ello, puedes utilizar una aspiradora y pasarla sobre toda la superficie. Si no dispones de este recurso, entonces sacude tu alfombra en una ventana o fuera de la casa para asegurarte de que la suciedad no sea transferida a otros muebles ni quede en el aire.

En Servicios Residenciales disponemos de los equipos adecuados para limpiar tus alfombras, muebles y salas. Contacta a nuestros expertos.

Batea, bañera o ducha

El lugar donde lavarás tu alfombra dependerá de lo que dispongas en casa. Si tienes una batea, es lo ideal para realizar el lavado. Pero, si no te resulta cómodo o no existe esa posibilidad para ti, puedes recurrir a un recipiente liso que sea lo suficientemente amplio para contener al tapete.

En última instancia, si nada de lo anterior es factible, extiende la alfombra en el suelo de la ducha o bañera y lávala allí.

Lavar tu alfombra en un recipiente demasiado pequeño será realmente engorroso, a no ser que solo desees limpiar una mancha en particular. Por lo tanto, la mejor opción puede ser tu ducha o bañera.

¿Cómo debe estar el agua?

Cuando hayas definido el lugar para limpiar tu alfombra, debes llenarlo con abundante agua templada. Esto es realmente importante, pues las temperaturas demasiado frías o calientes rompen los tejidos de la misma manera que la lavadora. Un rango entre 25 y 30 grados es lo ideal.

Si no tienes un instrumento adecuado para medir la temperatura con exactitud, puedes añadir agua caliente y meter la mano cada cierto tiempo. Cuando sientas un calor soportable y agradable, será el momento oportuno para introducir la alfombra.

¿Qué tipo de jabón usar?

Cuando se trata de limpiar la alfombra a mano, nuestro consejo es que evites los detergentes en polvo de uso industrial que habitualmente se añaden a la lavadora, ya que en ocasiones los tapetes lavados de esta manera suelen convertirse en auténticos imanes para el polvo y deberás volver a lavarlos en muy poco tiempo.

Lo ideal en estos casos es utilizar jabones naturales, libres de alcohol, colorantes y olores. Un aroma intenso no necesariamente es sinónimo de limpieza. Echa un vistazo a este tutorial sobre cómo limpiar la alfombra a mano.

Somos expertos en limpieza, consulta con nuestro equipo de profesionales o realiza una cotización.

¿Cómo limpiar la alfombra a mano?: Paso a paso

Será un proceso muy sencillo, pero debes tener paciencia y repetir las acciones tantas veces como sean necesarias para dejar tu tapete realmente limpio.

Prepara el agua de lavado

En la bañera, batea o recipiente, añade el agua a la temperatura recomendada y el jabón para formar una solución espumosa.

Introduce la alfombra con el movimiento adecuado

A continuación, introduce la alfombra lo más extendida que puedas. El movimiento correcto consiste en sumergirla suavemente y subirla de nuevo a la superficie.

En esa especie de vaivén donde la alfombra sube y baja, verás cómo el agua jabonosa penetra en sus fibras y se va oscureciendo a medida que desprende toda la suciedad. Repite tantas veces como creas necesarias, con un movimiento delicado y sin brusquedad.

Saca y repite

Eventualmente el agua estará demasiado sucia, entonces deberás retirar la alfombra, botar esa agua y preparar una nueva cantidad de solución jabonosa para volver a sumergirla y repetir el proceso.

Esto deberás continuar haciéndolo hasta que veas el agua lo más clara posible. Si aún es muy oscura, significa que la alfombra todavía no está del todo limpia.

No obstante, debes saber que aunque realices esta acción durante horas, el agua seguirá oscureciéndose al menos un poco. De modo que puedes fijarte un número total de veces que repetirás el lavado, 4 es apropiado.

Enjuaga con abundante agua tibia

Este es el siguiente paso en el proceso sobre cómo limpiar la alfombra a mano y consiste en aclarar con abundante agua tibia, por eso es ideal lavarla en la bañera.

La idea es retirar por completo los restos de jabón que puedan haber quedado en sus fibras, de lo contrario podría cuartearse al secar. Un truco que puede ser de utilidad es usar agua a presión mediante un chorro concentrado, esto agilizará el proceso sin maltratar el tejido.

Escurre la alfombra

Al momento de escurrir tu alfombra, es mejor enrollarla sobre sí misma un par de veces en lugar de doblarla, ya que esto puede romper los tejidos. Intenta eliminar la mayor cantidad de agua posible antes de tenderla, de esta forma ahorrarás tiempo.

Cómo limpiar la alfombra a mano

El proceso de secado debes realizarlo al aire libre, de modo que extiende la alfombra en un lugar ventilado y espera todo el tiempo que sea necesario hasta que la humedad desaparezca por completo. Esto puede demorar uno o varios días.

Recuerda que debes lavar tu alfombra a mano cada cierto tiempo, pero puedes ampliar el tiempo entre cada lavado si la sacudes con frecuencia o pasas la aspiradora para retirar el polvo que vaya acumulando.