Una de las principales preocupaciones de los propietarios de estas hermosas piezas decorativas y es que, aunque sin duda son toda una belleza, resultan realmente difíciles de preservar y su deterioro puede representar todo un dolor de cabeza. A continuación te ofrecemos los mejores consejos para mantener los sillones de cuero en perfecto estado.
Útiles consejos para mantener los sillones de cuero
Los sillones de cuero constituyen piezas decorativas que aportan a cualquier ambiente un toque de elegancia atemporal y además, recibiendo el cuidado adecuado, pueden durar toda una vida.
Sin embargo, requieren ciertas medidas de cuidado que no pueden ignorarse, ya que significaría la pérdida de estos cómodos y elegantes elementos.
Limpieza del polvo
El polvo es el término que se aplica para definir a las partículas de suciedad que se acumulan sobre la superficie de los objetos y que pueden contener incluso microorganismos patógenos que enferman a las personas.
En tal sentido, estas partículas suelen ser uno de los elementos más comunes que afectan a los sillones y en materiales como el cuero pueden llegar a resecar y agrietar la integridad de la superficie.
Para eliminar el polvo de un sillón o sofá, cualquiera que sea su material de elaboración, es fundamental que se empleen los utensilios apropiados. Aunque puede que sea de utilidad una aspiradora, en los sillones de cuero conviene mucho más disponer de un paño suave de algodón o microfibra que atrape las diminutas partículas a su paso.
El paño debe ser muy suave para evitar que se raye el cuero y estar seco, de forma que el arrastre del polvo sea más efectivo, retirando por completo las partículas.
La aspiradora con boquilla delgada o accesorio rinconero puede ser de utilidad para los espacios a los que no es posible acceder con un paño, como las esquinas y los pliegues en donde frecuentemente se acumula el polvo.
Lubricar y humectar
Otro de los aspectos importantes del mantenimiento de los sillones de cuero es la lubricación e hidratación del material de forma que este no se agriete y preserve su elasticidad natural.
El cuero es un elemento que debe nutrirse al menos una vez al mes con ceras o aceites esenciales elaborados para tal fin. Este tipo de acciones no solo preservan la humedad del material sino que le aporta cierto brillo y suavidad que mejora su aspecto estético.
Existen en el mercado aceites protectores para cuero que dejan una película duradera sobre el material, haciendo que luzcan relucientes por mucho más tiempo.
Sin embargo, no debes emplear ningún aceite, grasa o producto que no esté diseñado para el cuidado del cuero, ya que podría dañar el sillón.
Protegerlos del sol
Aunque sin duda, el sol es un elemento con muchas bondades para el ser humano y la naturaleza, los materiales y piezas de mobiliario en general pueden sufrir sus efectos rápidamente, por lo que es necesario protegerlos.
El cuero, al igual que los tejidos textiles, puede decolorarse, mancharse y desmejorar su integridad cuando se expone por tempo prolongado a los rayos del sol.
Además del sol, factores como el calor intenso o el frío extremo pueden afectar su integridad, por lo que no deben colocarse cerca de fuentes caloríficas, por ejemplo chimeneas o calefactores ni elementos de refrigeración similares a aires acondicionados, ya que el cuero puede resecarse con facilidad y volverse quebradizo en corto tiempo.
Para evitar que los sillones de cuero se agrieten, puede colocarse un forro si necesariamente se ubican en lugares donde el sol, el calor o el frío extremo los afectan o en el mejor de los casos moverlos a otro lugar.
Limpieza
Los sillones de cuero, son fabulosas piezas decorativas y brindan comodidad y elegancia a cualquier ambiente; sin embargo, no están exentos de sufrir las consecuencias de un accidente, como los temidos derrames.
En ocasiones, la gravedad de la mancha no es tan seria como pueden resultar las consecuencias de una limpieza mal realizada.
En tal sentido, cuando se trata de líquidos, la mejor alternativa es emplear una toalla de papel o un paño de algodón y colocarlo sobre el derrame para que se absorba por completo, retirarlo y realizar un repaso con un nuevo elemento limpio, además de lustrar con el lubricante correcto.
Por otro lado, ante derrames de aceites o elementos grasosos, lo mejor es utilizar talco, bicarbonato o polvo de hornear y rociarlo sobre la mancha para que este absorba todo lo derramado.
Para sillones de cuero en colores claros como el beige o el blanco, una excelente alternativa es emplear cerveza o huevo, mojando una mota de algodón en cualquiera de estos dos elementos y tallando suavemente sobre la parte afectada.
En cambio, debes evitar utilizar detergentes, desinfectantes u otros productos químicos a base de alcohol u otra sustancia disolvente fuerte, ya que esto puede dejar sin brillo el cuero e incluso derretirlo.
Si no dispones de ningún producto de los que se sugieren, tu mejor opción es apostar por lo seguro y simplemente pasar un paño húmedo sobre la mancha hasta eliminarla por completo. También puedes contratar una agencia de limpieza a domicilio.
Conocimiento
Muchas personas aman los sillones de cuero pero no todos los compradores son expertos en el área y es posible que puedan ser víctimas del engaño al adquirir sofás de materiales como la cuerina o bipiel, que pretenden imitar las bondades del primero.
En tal sentido, el último de nuestros consejos para mantener los sillones de cuero es que los adquieras en tiendas reconocidas y confiables, que brinden el material verdadero y haya sido tratado de la forma correcta para asegurar su máximo tiempo de vida.
Finalmente, debes tomar en cuenta que cuidar y mantener tus sillones de cuero en buen estado es sinónimo de ahorro, al preservar al máximo una pieza de mobiliario en la que seguro realizaste una inversión significativa.
En Servicios Residenciales, contamos además con todos los productos y servicios que puedas necesitar para preservar la vida de todas las piezas de mobiliario importantes en tu hogar, incluyendo mantener los sillones de cuero, así que no dudes en contactarnos y con gusto te atendernos.