La estancia es uno de los lugares más populares en los hogares, un ambiente donde a muchos les gusta pasar el rato, divirtiéndose, conversando, descansando, leyendo o realizando cualquier otra actividad. Sin embargo, es común que algunos se pregunten ¿Cómo lavar una sala?, pensando en ellos hemos elaborado este artículo con los consejos de nuestros expertos.


Consejos sobre cómo lavar una sala
Esta área de los hogares es una de las más frecuentadas por familiares, amigos e incluso visitantes. Por ello, mantenerla limpia es fundamental para resguardar la salud de todos y que el sitio sea agradable y acogedor.
Lavar una sala implica limpiar los diversos elementos que la componen y para cada uno de ellos es necesario disponer de técnicas e implementos variados.
Limpieza de los suelos
Entre los primeros elementos que deben limpiarse en las salas se encuentran los suelos, para lo cual es necesario movilizar todos los muebles y despejar el área a fin de realizar un aseo de forma adecuada.
Dependiendo del tipo de suelo, deberás emplear productos particulares que estén diseñados para tal fin.
Por ejemplo, a los pisos de madera no conviene humedecerlos demasiado, por el contrario, es mejor emplear productos que restauren su belleza y brillo natural, con implementos suaves que no rayen la superficie.


En cambio, los pisos de cerámica, mármol, granito o gres, pueden limpiarse utilizando agua, jabón desinfectantes e incluso productos diseñados para pulir y dar brillo a las superficies, ya sea con escoba, mopa, paño u otros.
Los suelos de vinilo o madera flotante, no conviene mojarlos, por lo que la mejor alternativa es utilizar un paño húmedo y suave que no raspe el material.
Limpieza de las ventanas y cortinas
Las ventajas y cortinas de la sala de estar son de gran importancia y merecen ser limpiadas con regularidad para dejar pasar suficiente luz y que las partículas de polvo no se acumulen en ellas.
Las ventanas deben lavarse cuidadosamente con agua y jabón, además de lustrarse con productos especiales para la limpieza de vidrios y secarlos para evitar que se manchen.
Algunas personas disponen de la opción de desmontar los cristales, algo que brinda la ventaja de poder limpiar no solo los vidrios, sino los rieles y marcos de la ventana.


Las cortinas, dependiendo de su material, deben desmontarse y lavarse, excepto cuando se trata de persianas, en cuyo caso es necesario limpiar con un paño y productos antipolvo.
Limpieza de mobiliario
Es común contar con muebles como estanterías, mesas de café, mesitas auxiliares, vitrinas y otros elementos que aportan funcionalidad y belleza al ambiente. Sin embargo, estas piezas pueden acumular gran cantidad de polvo y suciedad ya sea que se utilicen o no.
Servir café, bebidas y galletas puede implicar un deterioro significativo para la superficie de cualquiera de estos elementos e igualmente cuando no se usan, el polvo y la suciedad dañan los muebles, es por ello que deben limpiarse con regularidad y de forma apropiada.
Cuando estos elementos son de madera, deben limpiarse y lustrarse con productos diseñados para ello que permiten además dar un brillo especial mientras protegen la superficie.


Limpieza de sillones y sofás
En las salas de estar el mobiliario más común son los sillones o sofás, elementos donde las personas se sientan a conversar o se recuestan para tomar una siesta y descansar.
Sin embargo, estos pueden ser víctimas del deterioro ya sean usados o no. En tal sentido, las rutinas de limpieza dependerán del material con que estén elaborados y la frecuencia de este proceso se relaciona con el uso.
Los sillones de tela deben ser aspirados al menos una vez por semana y lavados cada cierto tiempo, empleando para ello productos especializados. Además, es recomendable que sea un experto quien realice esta labor, de forma que no se corra el riesgo de deteriorar el sofá.
Por otro lado, los sofás de cuero deben aspirarse, empleando la boquilla delgada para que se retire el polvo de los rincones y pasar sobre la superficie un paño de algodón con productos especiales para el material.
Limpiar el cuero con regularidad y lustrar con aceites lubricantes que optimicen su brillo es una excelente idea con estas piezas; sin embargo, en Servicios Residenciales también se ofrece ayuda profesional para ello.
Finalmente, una vez que se han realizado todas estas labores de limpieza, es necesario ventilar el área, dejando que el aire corra a través de la sala de estar tanto para que se seque como para dejar fluir brisa fresca.
Ventajas de lavar una sala
Indiscutiblemente, ahora que has aprendido cómo lavar una sala sabrás que la limpieza trae consigo ciertas ventajas que vale la pena mencionar.
- Ayuda a preservar la salud, de forma que al limpiar pueden eliminarse gran cantidad de patógenos y disminuir los riegos potenciales de enfermedades para los miembros de la familia.
- Contribuye a mantener los niveles de higiene de la casa en el mejor estado, ya que en ocasiones estos espacios se pasan por alto al realizar las rutinas de aseo.
- Colabora con el aspecto estético del hogar, ayudando a mantener la integridad y belleza tanto del ambiente como de la casa en general, de manera que visitantes y residentes enseguida lo notarán.
- Espiritualmente, ayuda a movilizar las energías, ya sea que te apasione la metafísica o el fen shui, es innegable que limpiar, lavar y mover hace que el ambiente se repotencia e irradie positividad.
- Permite deshacerse de las molestas partículas de polvo, contribuyendo a reducir la reproducción de los ácaros y barriendo cualquier otro elemento de suciedad que pueda contaminar el área o las piezas de mobiliario.
- Ayuda a preservar la inversión realizada por los propietarios, manteniendo el buen estado de los suelos, ventanas, cortinas y sofás, al mismo tiempo en que se alargan al máximo sus años de vida útil, ahorrando dinero al retrasar la compra de sustitutos para estos elementos o realización de reparaciones y restauraciones.
Finalmente, es bueno tomar en cuenta que aunque lavar una sala puede resultar muy sencillo, no todos cuentan con el tiempo o la paciencia para hacerlo y es allí cuando vale la pena considerar delegar esta labor en las capaces manos de profesionales.